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Actividades de aprendizaje

Según el enfoque competencial, el aprendizaje se genera en la realización de actividades por parte de los participantes.

Cuando se tiene que llevar a cabo una acción formativa para la adquisición de competencias hay que tener en cuenta las estrategias de enseñanza-aprendizaje propias de los distintos tipos de contenidos.

Por tanto, los modelos metodológicos son el marco de referencia para escoger y diseñar las actividades de aprendizaje adecuadas.

Se consideran "actividades de aprendizaje" todas aquellas tareas, trabajos, dinámicas, técnicas, etc. que se diseñan para que los participantes generen nuevos aprendizajes a partir de la movilización de sus conocimientos.

Las actividades de aprendizaje requieren una preparación cuidadosa y hay que tener en cuenta algunos aspectos:

  • Relación con los objetivos y contenidos
    • Las actividades deben estar contextualizadas según la práctica profesional.
    • Deben relacionarse claramente con los objetivos de la acción formativa.
  • Previsión del tiempo suficiente para que sean factibles
    • Deben programarse con tiempo suficiente para dar las orientaciones oportunas y que sean realizables por parte de los participantes.
    • El tiempo para explicar y el tiempo para realizar las actividades debe ser proporcional.
  • Elaboración de recursos didácticos para que las actividades sean ágiles y dinámicas
    • Deben dotarse de los materiales o recursos necesarios para llevarlas a cabo de forma ágil y dinámica.
    • Deben diseñarse diferenciando la fase inicial, la de desarrollo y la de cierre.
    • Deben acompañarse con ejemplos y modelos que sirvan de referente.
  • Variedad en el tipo de actividades
    • Deben combinarse actividades individuales (para favorecer el desarrollo de la autonomía y la comprensión de cada persona) y de trabajo en grupo (para favorecer el intercambio y el contraste entre los miembros del grupo).
    • Deben plantearse ejercicios con complejidades diversas: cerrados, semiabiertos y abiertos.
  • En el caso de que sean evaluables:
    • Debe preverse la función que se quiere dar a la evaluación, es decir, para qué debe servir.
    • Hay que identificar los objetivos de la acción formativa que se evaluarán.
    • Hay que escoger aquellas actividades en las que los participantes puedan demostrar cómo integrar y/o aplicar sus conocimientos.
    • Debe precisarse el nivel de realización que se pedirá a los participantes.
    • Debe preverse el feedback que se dará: cuándo y cómo se hará el retorno.